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lunes, 21 de octubre de 2013

Howard Phillips Lovecraft



Howard Phillips Lovecraft




Howard Phillips Lovecraft, fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del horror cósmico, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Lovecraft cultivó asimismo la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.


Lovecraft fue un niño prodigio: recitaba poesía a los dos años, leía a los tres y empezó a escribir a los seis o siete años de edad. Uno de los géneros que más le apasionó en su infancia fue el de las novelas policíacas, llevándolo incluso a formar la «Agencia de detectives de Providence» a la edad de 13 años. A los quince creó su primera obra, La bestia en la cueva, imitación de los cuentos de horror góticos. A los 16 escribía una columna de astronomía para el Providence Tribune.

Su abuelo materno lo alentaba a la lectura y, siendo ésta una de sus aficiones favoritas, no tardó en descubrir la inmensa biblioteca de su abuelo. En ella descubrió (con un ejemplar de La Ilíada para niños entre las manos) el paganismo grecolatino y Las mil y una noches, a una edad muy temprana, aunque posteriormente (a los cinco años) se declaró ateo, convicción que mantuvo hasta su muerte. Esto ayudó a que su imaginación se desarrollase rápidamente en comparación con el resto de los chicos de su edad, produciéndole una falta de adaptación con éstos. Cuando ellos querían jugar con espadas o a juegos fundamentalmente físicos, él prefería llevar a cabo entretenimientos más pausados e imaginativos, como representaciones históricas.

Debido a su falta de perseverancia y de salud, no asistió al colegio hasta los ocho años y tuvo que dejarlo después de un año. Durante su absentismo escolar, leía con voracidad. Adquirió conocimientos de química y astronomía, llegando incluso a escribir en algunas revistas científicas. Publicó varias revistas de circulación limitada, comenzando en 1899 con La gaceta científica. Cuatro años después, regresó a la escuela pública Hope Street, donde cursó dos años y medio en la educación secundaria, hasta que abandonó definitivamente los estudios.
Lovecraft también expresó en alguna ocasión creencias racistas y etnocéntricas en su cartas personales16 En una carta fechada el 23 de enero de 1920, Lovecraft escribió:
Para el hombre evolucionado —la cumbre del perfeccionamiento orgánico en la Tierra—, ¿qué rama del pensamiento se ajusta mejor que aquella que conquista las más altas y exclusivas facultades humanas? El salvaje primitivo, o simio, simplemente rebusca en la selva para encontrar una compañera; ¡el ario eminente debe elevar sus ojos a los mundos de más allá y considerar su relación con el infinito!

Al llegar el siglo XX, la dependencia y confianza del ser humano respecto la ciencia fue aumentando significativamente, abriendo nuevos mundos y proporcionando herramientas mediante las cuales se puede comprender mucho mejor el mundo en el que se vive. Lovecraft aprovechaba huecos, lagunas en el conocimiento del universo y las convertía en tenebrosas ciénagas del horror. En la obra El color allende el espacio, se pone de manifiesto la incapacidad de la ciencia para comprender un meteorito, lo que lleva a un paroxismo demencial.



En una carta dirigida a James F. Morton en 1923, Lovecraft define la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein como un lanzamiento del mundo al caos y haciendo del cosmos una broma. En otra carta, escrita en 1929 y dirigida a Harris Woodburn, Lovecraft especula con la comodidad que proporciona la ciencia y el riesgo que supondría que se colapsara. Es más, en una época donde el ser humano veía la ciencia como algo tremendamente poderoso e ilimitado, Lovecraft se dio cuenta de su potencial alternativo y sus tenebrosos resultados.

sábado, 19 de octubre de 2013

Thonis-heracleion: La ciudad perdida del antiguo egipto




Thonis-heracleion: La ciudad perdida del antiguo egipto


El arqueólogo Franck Goddio descubrió, en 2000, los rostros de la antigua ciudad egipcia de Thonis-Heracleion, que había permaneció hundida bajo el mar por 1200 años. El nombre de este lugar ha sido prácticamente borrado de la memoria de la humanidad y solamente fue preservado por antiguos textos clásicos e inscripciones encontradas por arqueólogos. Desde el descubrimiento de Thonis-Heracleion, Franck Goddio ha logrado excavar gran parte de la ciudad, la cual yace sumergida en el mar a unos 6,5 kilómetros de la costa de Egipto. Sus descubrimientos son sorprendentes.

La HISTORIA Thonis-Heracleion (ese es el nombre egipcio y griego de esta ciudad) tiene partes que son reales y otras que son leyenda. Antes de la fundación de Alejandría, en el año 331 antes de Cristo, Thonis-Heracleion vivió tiempos gloriosos ya que su puerto era el punto de entrada obligatorio a Egipto para todos los barcos que vinieran del mundo griego. La ciudad fue fundada en algún momento del siglo 8 antes de Cristo. El lugar sufrió distintas catástrofes naturales y finalmente se hundió por completo en las profundidades del Mar Mediterráneo en el siglo 8 después de Cristo.
Los objetos extraídos de las excavaciones ilustran la belleza que esta ciudad supo tener en su época más gloriosa. En una barcaza se han reunido enormes estructuras que formaban parte del templo de Heracleion. En la foto vemos figuras del Faraón, la Reina y el dios Hapi junto con una enorme estela de granito rojo la cual los arqueólogos ensamblan con los fragmentos que pudieron sacar de las aguas. Estas estatuas, que tienen unos 5 metros de altura, datan del siglo 4 antes de Cristo. La estela de granito rojo que vemos en la imagen, de la que se han encontrado 17 piezas, fue construida en el siglo 2 antes de Cristo.

La cantidad y calidad del material arqueológico excavado muestra que esta ciudad tuvo su tiempo de opulencia y un pico poblacional desde el siglo 6 al 4 antes de Cristo. Eso se puede notar en la enorme cantidad de monedas y cerámicas encontradas que datan de ese período. En esta foto vemos una lámpara de aceite hecha en bronce elaborada cerca del siglo 2 antes de Cristo.









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